4. La escuela de Lope de Vega


Muchos dramaturgos se apuntaron a las novedades de Lope de Vega e incluso perfeccionaron su modelo, considerando a estos amigos como una escuela poética. Entre los mayores seguidores estuvieron Guillén de Castro (que recoge temas del romancero), Antonio Mira de Amescua, Luis Vélez de Guevara y su hijo, Juan Vélez de Guevara, Juan Ruiz de Alarcón (con comedias de tono moral) y Tirso de Molina (excelente autor de comedias de enredo, donde muestra una gran habilidad en la creación de personajes).. Figuras menores fueron Miguel Sánchez, Damián Salucio del Poyo, Andrés de Claramonte, Felipe Godínez, Diego Jiménez del Enciso, Rodrigo de Herrera, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, Jerónimo de Villaizán, Juan Pérez de Montalbán, Luis Belmonte Bermúdez, Antonio Hurtado de Mendoza, Alonso de Castillo Solórzano, Alonso Remón y Jacinto de Herrera, por no mencionar una innumerable serie de ingenios de tercer orden.

Fragmento de Fuenteovejuna

COMENDADOR: ¿Sabe el Maestre que estoy en la villa?
FLORES: Ya lo sabe.
ORTUÑO: Está, con la edad, más grave.
COMENDADOR: ¿Y sabe también que yo soy Fernán Gómez de Guzmán?.
FLORES: Es muchacho, no te asombre.
COMENDADOR: Cuando no sepa mi nombre, ¿no le sobra el que me dan de Comendador Mayor?
ORTUÑO: No falta quien le aconseje que de ser cortés se aleje.
COMENDADOR: Conquistará poco amor. Es llave la cortesía para abrir la voluntad, y para la enemistad, la necia descortesía.
ORTUÑO: Si supiese un descortés cómo le aborrecen todos y querrían de mil modos poner la boca a sus pies, antes que serlo ninguno, se dejaría morir.
FLORES: ¡Qué cansado es sufrir!, ¡qué áspero y qué importuno!. Llaman la descortesía necedad en los iguales, porque es entre desiguales linaje de tiranía. Aquí no te toca nada, que un muchacho aún no ha llegado a saber que es ser amado.
COMENDADOR: La obligación de la espada, que le ciñó el mismo día que la cruz de Calatrava le cubrió el pecho, bastaba para aprender cortesía.
FLORES: Si te han puesto mal con él, presto le conocerás.
ORTUÑO: Vuélvete, sin en duda estás.
COMENDADOR: Quiero ver lo que hay en él.....